Cuba avanza con la investigación de maíz y soya transgénica
Han pasado casi dos años desde que, a mediados de 2020, Cuba abrió las puertas de su agricultura a los cultivos transgénicos. Desde entonces, la famosa investigación científica de la isla no se ha detenido y, a finales de marzo de 2022, expertos socializaron cómo Cuba avanza con la investigación de maíz y soya transgénica.
En el municipio de Güira de Melena, de la Provincia de Artemisa, Ayala Ávila, directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, habló con productores líderes de la región sobre el avance de esta política pública.
Entre los avances más notorios está el aumento de la producción en hasta nueve toneladas en los cultivos de maíz con híbridos transgénicos resistentes a la maleza y a plagas como la palomilla. Sin contar con nuevas variedades de soya con un ciclo corto.
Esta socialización es una de las herramientas pedagógicas de la isla para fomentar el uso de la tecnología en sus agricultores. Si bien en la isla se han investigado desarrollos transgénicos desde 2008, solo hasta 2020, cuando la pandemia golpeó al mundo, Cuba le dio luz verde a los cultivos transgénicos para “complementar la agricultura convencional”.
"Cuba busca emplear esa tecnología con fines de desarrollo sostenible y no con las prácticas que en otros contextos han tenido un impacto ambiental", afirmó en 2020 Armando Rodríguez, vice titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
La intención con la socialización es también fomentar la adopción de las semillas de maíz transgénicas, pues la principal urgencia es aumentar el número de cultivos, para aumentar la generación de alimentos.
Esto porque el déficit de alimentos en Cuba no es un secreto. Para 2020, la isla importaba el 80% de los alimentos para sus más de 11 millones de habitantes, de acuerdo con EFE.
Precisamente, la idea de apostarle aún más a los transgénicos está motivada en reducir el número de importaciones de Cuba. En el caso del maíz, entre 2017 y 2020, la isla importó más de tres millones de toneladas por cerca de 770 millones de dólares.
El objetivo también contempla los cultivos de soya transgénica para la extracción de aceite, como ya ocurre en la Cooperativa de Producción Agropecuaria Cuba-México en Alquízar.
Más información: Producir alimentos con la brújula de la ciencia.