Mostaza GM, nueva aliada biotecnológica contra el cambio climático
El avance es tan notorio que estará en la portada de la edición de abril de Nature Biotechnology, la revista más prestigiosa de investigación en biotecnología mostrando el resultado de esta investigación: un cultivo de semillas oleaginosas con mejores características agronómicas, la tolerancia al calentamiento global.
Si el calentamiento global continúa la vista que producen los campos pintados de amarillo podrán desaparecer en poco tiempo. Sin embargo, el desarrollo de esta variedad genéticamente modificada (GM) se presenta como una esperanza, gracias a su resistencia al calor y a la sequía.
La profesora Barbara Ann Halkier, Directora del Centro de Excelencia DynaMo, en la University of Copenhagen y una de los científicas que ha trabajado en el desarrollo de este cultivo, explica “Las semillas de colza no crecen muy bien en zonas cálidas y secas. Estamos muy contentos del éxito en la aplicación de esta tecnología innovadora en una planta de la mostaza, que es un pariente cercano de la colza”
La mostaza es similar a la colza en muchas maneras, se parece físicamente a la planta y su aceite comparte importantes características nutricionales como alto contenido de ácidos grasos mono y poliinsaturados ácidos, por ejemplo ácidos grasos omega-3 y omega-6, además de antioxidantes y vitaminas.
“Desde la década de los 70, agricultores y científicos han tratado de generar una variante similar de la planta de mostaza. Estamos orgullosos de que hemos desarrollado una tecnología con la que podemos lograr este objetivo a largo plazo” afirma Svend Roesen Madsen del Centro Dynamo y primer autor de la publicación en la revista Nature Biotechnology.
Además, esta nueva variedad es mucho más robusta cuando se cultiva en condiciones áridas, incluso después de haber sido expuesta a enfermedades comunes de esta planta. Esto plantea esta variedad de mostaza GM como un candidato ideal para reemplazar a las semillas de colza, tendiendo en cuenta la presión del cambio climático. “La nueva cosecha permitirá que el cultivo pueda desarrollarse en zonas en las que hoy en día no son adecuadas para cultivos de colza como el occidente de Canadá, zonas de Europa Oriental, Australia y la India” añade.
Científicos y fitomejoradores han buscado durante muchos años una alternativa adicional a las semillas de colza pues es una de las fuentes más importantes de aceite vegetal, biodiesel y proteínas para alimentación animal. Sin embargo, solo se cultiva en climas relativamente fríos y cada año los agricultores tienen pérdidas de rendimiento sustanciales debido a que este cultivo no es muy tolerante a diferentes enfermedades.
“Las pruebas de campo han demostrado que hemos recorrido un largo camino. Creo que estamos a más de tres cuartas partes del camino hacia una nueva cosecha de semillas oleaginosas que sean comercialmente atractivas para los agricultores. Esto es realmente un resultado emocionante”, concluye