¿Cómo se etiquetan los alimentos transgénicos?
Cada vez que vas al supermercado a hacer tus compras, tus decisiones sobre qué comprar probablemente se basan en querer llevar a casa productos nutritivos y saludables.
Para lograrlo, el mejor aliado es la etiqueta del producto, espacio en donde encuentras la información mínima sobre la producción, contenido nutricional y el registro sanitario.
Gracias a este sistema es fácil conocer cuál es el contenido de grasas o calorías y, en algunos países, es posible identificar cuáles productos contienen ingredientes derivados de organismos genéticamente modificados (OGM) pero, ¿es esta etiqueta realmente confiable?
¿Cómo funciona el etiquetado de los transgénicos?
Antes que todo es importante aclarar que un transgénico es un proceso para obtener un cultivo o producto mejorado. Es decir, los alimentos pueden ser derivados de un cultivo transgénico, en el cual se llevó a cabo un proceso de mejoramiento en una célula del cultivo, más no directamente en el producto final. Lo segundo, es que el alimento derivado de un cultivo transgénico debe ser comparado con su contraparte convencional para poder ser aprobado comercialmente y tiene que ser equivalente, es decir igual o mejor en contenido nutricional y seguridad para poder ser aprobado.
Ya teniendo claro los conceptos vamos a hablar del etiquetado de los alimentos. El etiquetado son usadas para informar a los consumidores que en el producto final y su proceso NO existen componentes derivados de organismos genéticamente modificados. Sin embargo, poder decir con seguridad que un producto no tiene transgénicos es algo difícil de comprobar.
Los resultados de la evaluación no son confiables porque el procedimiento para demostrar que no existe ningún contenido transgénico en un alimento se enfoca en el producto final y no en el proceso.
Además, es importante tener en cuenta que los alimentos derivados de los cultivos transgénicos son la materia prima para la industria de alimentos, luego es aún más difícil detectar material genético después de que han sido procesados porque ya se ha degradado.
“En los supermercados, del 75% al 85 % de los alimentos procesados contienen componentes de maíz y soya, productos derivados de los cultivos genéticamente modificados", aseguró Adriana Castaño, asesora en agrobiotecnología y asuntos regulatorios de OGM.
Teniendo en cuenta que etiquetar este tipo de alimentos no es tarea fácil, se definió hacer el etiquetado basado en umbrales (límites técnicos de detección mínima en los componentes) y cada país puede establecer una regulación para eso.
El etiquetado de transgénicos varía según la regulación.
Indeterminadas
Son las que no establecen umbral. Es el caso de Perú, donde la siembra de cultivos transgénicos está prohibida aunque el país importa productos derivados de estos cultivos para consumo animal y humano.
En este país el etiquetado es de carácter obligatorio a pesar de que la reglamentación no es clara, pues no determina un umbral de detección y no indica sobre cómo debe hacerse el etiquetado (Ley 29571 del Código de Protección y Defensa del Consumidor, artículo 37).
[caption id="attachment_10320" align="alignleft" width="250"] Etiqueta de transgénicos en los Países Bajos[/caption]
Estrictas
Son aquellas que tienen un umbral de presencia de OGM en sus productos de un 0,1% a un 0,9%. Este tipo de etiquetas son las establecidas en la Unión Europa, Turquía, Australia. Algunos países de Latinoamérica como Bolivia y Ecuador también cuentan con una reglamentación estricta.
En Bolivia los alimentos derivados de los cultivos transgénicos se etiquetan a partir de la sola detección cuando el contenido supera el máximo de 0,9%.
Por otro lado, en Ecuador importan productos provenientes de estos cultivos para consumo animal y humano y el etiquetado se hace a partir de un umbral del 0,9%. En este país tampoco se siembran semillas transgénicas por prohibición constitucional, aunque sí se permite trabajar con semillas solo para fines investigativos.
Flexibles
Tienen los umbrales de presencia de entre el 1% y 5%. Es el caso de Brasil y Uruguay con el 1%, Corea del Sur con el 3%, y Japón con el 5%.
También es el caso la nueva regulación de Estados Unidos que entró en vigencia en 2020 y determina un umbral del 5% para los alimentos que contienen transgénicos, los cuales deben ser etiquetados como producto de bioingeniería.
[caption id="attachment_10307" align="alignleft" width="300"] Nueva etiqueta de OGM en Estados Unidos[/caption]
La regularización en Estados Unidos incluye en la lista de alimentos con bioingeniería a la alfalfa, manzana ártica, canola, maíz, algodón, berenjena Bt, papaya resistente al virus de la mancha anular, piña rosada, papa, salmón AquAdvantage, soja, calabaza de verano y remolacha azucarera.
De igual manera la USDA dispuso excepciones para los ingredientes altamente procesados y/o refinados como el azúcar de la remolacha, el aceite de soya, aceites vegetales y otros alimentos en los que el ADN del transgénico no puede detectarse.
Otras excepciones aplican para los alimentos servidos en restaurantes y establecimientos minoristas, pequeños fabricantes de alimentos, alimentos derivados de animales independientemente de si fueron alimentados con transgénicos, alimentos bajo el Programa Nacional Orgánico del USDA, bebidas alcohólicas (exceptuando los vinos con menos del 7% de alcohol), cervezas elaboradas sin cebada malteada y lúpulo, alimentos balanceados y para mascotas.
¿Cómo es el etiquetado de transgénicos en Colombia?
En Colombia no contamos con un umbral, pero sí existe una regulación (resolución 4254 del 22 de septiembre de 2011) que establece el etiquetado obligatorio de alimentos derivados de los cultivos transgénicos cuando son sustancialmente diferentes a su homólogo convencional.
Es decir, el transgénico se compara con su homólogo convencional en cuanto a su composición nutricional, forma de almacenamiento, presencia de alérgenos y propiedades organolépticas (sabor, textura, olor, color o temperatura). Si existe alguna diferencia sustancial en alguno de estos elementos, se debe etiquetar indicando solo la característica encontrada.
La etiqueta "Libre de OGM" solo se incluye en el paquete si el fabricante demuestra que esta afirmación es veraz y no engañosa ante el INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos). Para eso debe presentar un informe que incluya los análisis y resultados de laboratorio explicando qué técnica utilizó, su límite de detección, entre otros.
[caption id="attachment_10299" align="alignleft" width="1302"] Infografía: Cartilla del ABC sobre transgénicos y etiquetado - INVIMA e International Life Science Institute (ILSI)[/caption]