Beneficios económicos de cultivos genéticamente modificados alcanzaron 150 mil millones de dólares
“En los lugares donde los agricultores han tenido la opción de sembrar cultivos genéticamente modificados (GM), los beneficios económicos son claros y ascendieron a un promedio de $100 millones de dólares por hectárea en 2014. Dos tercios de estos beneficios son mayores rendimientos y producción adicional para agricultores de países en vías de desarrollo, quienes están recibiendo las ganancias más altas. El medio ambiente también se beneficia ya que los agricultores adoptan cada vez más las prácticas de labranza de conservación, basan sus prácticas de manejo de malezas con herbicidas más benignos y reemplazan el uso de insecticidas con la siembra de cultivos genéticamente modificados, resistentes a insectos”
Los puntos más destacados de esta exhaustiva revisión incluyen:
Mayor rendimiento de los cultivos
- La tecnología de resistencia a insectos (RI), utilizada en algodón y maíz, ha ofrecido un aumento constante del rendimiento de los cultivos, gracias a la reducción de daños debido a plagas. Entre 1996 y 2014, el promedio de ganancias de todas las personas que adaptaron esta tecnología ha sido de +13.1% para maíz RI y +17.3% para algodón RI, comparado con los sistemas de producción convencionales. Además, 2014 fue el segundo año que en América del Sur se sembró comercialmente soya resistente a insectos, donde los agricultores han visto un aumento en el rendimiento de +9.4%.
- La tecnología de tolerancia a herbicidas (TH) también ha contribuido al aumento de la producción, facilitando el control de malezas y proporcionando rendimientos más altos en algunos países. En Argentina, esta tecnología ha ayudado a los agricultores a cultivar soya como una segunda cosecha, después de haber sembrado trigo, en la misma estación de crecimiento.[1]
Mejores ingresos para los agricultores, sobre todo en los países en vías de desarrollo
- La biotecnología agrícola ayuda a que los agricultores tengan ingresos más seguros, principalmente por la facilidad que ofrece para el control de plagas y malezas. El beneficio económico total, a nivel agrícola, en 2014 fue de $17.7 mil millones, lo que equivale a un aumento en los ingresos de $101 millones por hectárea. Entre 1996 y 2014, el aumento de la renta agraria global ha sido de $150.3 mil millones de dólares.
- El beneficio total de los ingresos agrícolas de $150.3 mil millones fueron divididos casi por igual entre agricultores de países en vías de desarrollo (51%) y países desarrollados (49%).
- Las ganancias más altas siguen siendo para los agricultores de países en vías de desarrollo, de los cuales la mayoría son agricultores de escasos recursos y manejan pequeñas parcelas
Excelente retorno de inversión para los agricultores
- Los cultivos GM siguen siendo una buena inversión para millones de agricultores. Los costos pagados por los agricultores para acceder a los cultivos GM en 2014 ($6,9 mil millones[2][3] para la cadena de suministro de semillas) fue igual al 28% de las ganancias totales (un total de $24,6 millones de dólares). A nivel mundial, los agricultores recibieron un promedio de $3,59 por cada dólar invertido en semillas GM
- En 2014, los agricultores de países en vías de desarrollo recibieron $4,42 por cada dólar invertido en semillas GM (el costo es igual al 23% de las ganancias totales recibidas gracias a la tecnología), mientras que los agricultores de los países desarrollados recibieron $3,14 por cada dólar invertido en semillas GM (el costo fue igual al 32% de las ganancias totales de tecnología). Las ganancias más altas obtenidas por los agricultores en países en vías de desarrollo en relación a sus colegas en países desarrollados reflejan que un suministro insuficiente de derechos de propiedad intelectual va ligado con niveles promedio más alto de beneficios.
Menor presión sobre los escasos recursos del planeta y contribución a la seguridad alimentaria mundial
- Entre 1996 y 2014, los cultivos GM aumentaron la producción mundial en 158,4 millones de toneladas de soya y 321,8 millones de toneladas de maíz, además de un adicional de 24,7 millones de toneladas de fibra de algodón y 9,2 millones de toneladas de canola.
- Los cultivos GM permiten a los agricultores cultivar más sin el uso de tierras adicionales. Si los cultivos GM no hubiesen estado a disposición de los 18 millones de agricultores, que los sembraron en 2014, se habría requerido siembras adicionales de 7,5 millones de hectáreas de soya, 8,9 millones de hectáreas de maíz, 3,7 millones de hectáreas de algodón y 0,6 millones de hectáreas de canola para mantener los niveles globales de producción del año. Esta superficie total requerida equivale al 12% de la tierra cultivable de Estados Unidos, o el 33% de la tierra cultivable de Brasil o el 14% del área de cultivo en China.
Mejoras ambientales
- Los cultivos GM han contribuido a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de las prácticas agrícolas. Esto es consecuencia de un menor uso de combustible y almacenamiento adicional de carbono en el suelo por labranza reducida con cultivos GM. Solo en 2014 esto significó retirar 22,4 millones de kg de dióxido de carbono de la atmósfera, o igual a retirar 10 millones de automóviles de las calles durante un año.
- La biotecnología agrícola ha reducido las aplicaciones de plaguicidas en 581 millones de kg (-8.2%) entre 1996 y 2014. Esto equivale a la cantidad total de ingrediente activo de plaguicidas aplicado a los cultivos en China por más de un año.[4] Como resultado, esto ha disminuido el impacto ambiental asociado a los herbicidas e insecticidas usados en la superficie sembrada con cultivos GM en un 18,5%.[5]
Documento original (en inglés): PG Economics, 2015. www.pgeconomics.co.uk
Documento traducido por: Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola, Agro-Bio
Fecha: 31 de mayo de 2016
[1] Al facilitar la adopción de sistemas de producción sin labranza esto acorta efectivamente el tiempo entre la siembra y la cosecha de un cultivo.
[2] El costo de la tecnología se acumula en la cadena de suministro de semillas que incluye vendedores de semillas, multiplicadores de semillas, fitomejoradores, distribuidores y proveedores de tecnología GM.
[3] Un costo típico ‘equivalente’ de la tecnología compartido con formas de producción no GM (por ejemplo, para la nueva semilla o formas de protección de cultivos) es del 30%-40%.
[4] Igual a 1.25 veces el uso anual
[5] Medido por el indicador del Cociente de Impacto Ambiental (EIQ) (desarrollado en la Universidad de Cornell).