Agricultores australianos ven el potencial de los productos transgénicos
Para el año 2050 el sistema alimentario mundial deberá producir un 70 por ciento más para alimentar a un planeta cada vez más poblado. Es probable que la agricultura moderna que utiliza la innovación en biotecnología vegetal desempeñe un papel cada vez más importante para satisfacer estas demandas y al mismo tiempo garantizar que mantengamos sistemas agrícolas sostenibles en un clima cambiante y desafiante. La Federación de Agricultores de Queeensland, Australia, es consciente de esto y es optimista al ver la agricultura de este país de la mano con la biotecnología.
La biotecnología vegetal sigue teniendo importantes beneficios para los agricultores, las comunidades, los consumidores, la economía y el medio ambiente. Los cultivos genéticamente modificados (GM) han contribuido de manera significativa al suministro y seguridad mundial de alimentos.
La mayor productividad de los cultivos transgénicos en todo el mundo ha producido 213 millones de toneladas adicionales de soya; 405 millones de maíz; 27,5 millones de fibra de algodón y 11,6 millones de canola, lo que no se habría logrado si se hubiera utilizado tecnología convencional.
En 2016 la adopción de los cultivos GM dio como resultado la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, es decir, estos cultivos requirieron menos uso de combustible y almacenamiento de carbono adicional en el suelo. Fue cómo sacar de circulación a todos los carros de Londres por 5 años.
Los cultivos transgénicos brindan mayores oportunidades para mejorar la eficiencia en el uso del agua, reducir el uso de pesticidas, fomentar la tolerancia a la sequía y proporcionar soluciones rentables para reducir los problemas de salud y las deficiencias nutricionales. Por ejemplo, el arroz dorado podría reducir a más de la mitad la carga de la enfermedad por la deficiencia de vitamina A en los países en desarrollo, y el trigo nutricionalmente mejorado podría reducir a la mitad las tasas de cáncer intestinal en Australia.
Los agricultores australianos son innovadores naturales y generalmente adoptan el avance tecnológico. En 2017 hubo un aumento del 8% en las plantaciones de cultivos transgénicos, lo cuál demostró la voluntad de los agricultores de cultivarlos cuando se les dio el acceso y la oportunidad de hacerlo. Vieron beneficios cómo cultivar más en menos tierra, el aumento del rendimiento de sus cultivos, la mejora en la competitividad internacional y la reducción del impacto ambiental de la agricultura. Por todo esto, su recomendación hacía el gobierno es que les garantice una regulación que no impida la tecnología en sus cultivos.
Autoría exclusiva de: queenslandcountrylife.com.au