Transgénicos naturales: plantas que roban genes de otras especies
Luke Dunning, miembro del Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural de la Universidad de Sheffield, escribió para The Conversation que el estudio se basó en rastrear el origen de cada gen en los genomas de 17 de especies de gramíneas o cereales como el maíz, el mijo y el trigo.
En el resultado, la gran mayoría de estos cultivos tuvieron una herencia de genes vertical, es decir, que evolucionaron de generación en generación, de padres a hijos. Sin embargo, en 13 de las 17 especies muestreadas se hallaron más de 100 ejemplos donde su historia evolutiva es distinta.
Al parecer, en los genomas de dichas plantas se encontraron genes que tuvieron una vida pasada en los genomas de otras gramíneas lejanamente relacionadas. De alguna manera, estos genes fueron transferidos por métodos diferentes a la herencia.
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Transferencia de genes, un proceso evolutivo
El causante de este proceso es la transferencia lateral u horizontal. La cual, con el paso de las generaciones, generó nuevas combinaciones de genes que pueden dar nuevas cualidades a estos cereales. Los genes transferidos por este proceso han dado a los cultivos ventajas como la producción de más energía, la tolerancia al estrés, y la resistencia a plagas y enfermedades.
Aunque no se sabe con exactitud —y probablemente nunca se sepa— cómo se llevó a cabo la transferencia horizontal en estas especies de gramíneas, el estudio encontró que las especies rizomatosas adquirieron más genes. Quizás debido a que esta forma de crecimiento puede facilitar la transferencia de genes al genoma. .
Todo indica que la transferencia de ADN a través del rizoma (tallo subterráneo que crece horizontalmente y le permite a la planta reproducirse asexualmente por medio de yemas o brotes) podría facilitarse mediante el contacto directo entre especies subterráneas.
En esta hipótesis explicada por Luke Dunning, también se concluye que cualquier ADN transferido por el rizoma se replicaría en todas las células del clon hijo que surge de este tejido conforme la planta se sigue reproduciendo asexualmente.
“Los pastos se han modificado genéticamente por sí mismos”, dictó Dunning en el artículo.
Los secretos genéticos
La actualidad nos ha enseñado que la transferencia de genes se presenta en diferentes especies. Originalmente se pensaba que este proceso solo ocurría en las bacterias. Pero se ha demostrado científicamente que animales y plantas también han hecho uso de este mecanismo para evolucionar.
Un ejemplo son los pulgones que pueden sintetizar un pigmento rojo proveniente de los hongos para evitar ser cazados por otros. También existen las que han compartido instrucciones genéticas para ensamblar compuestos psicoactivos; o las moscas blancas que han utilizado las defensas de sus plantas hospedadoras contra estas.
El descubrir este tipo de transferencias en las especies permite a los científicos aprovechar este proceso natural para modificar los cultivos y hacerlos más resistentes a las plagas o a los efectos causados por el cambio climático. Como bien lo han hecho otro tipo de seres vivos en la naturaleza a través de su historia.